Y el monstruo, antaño hombre, se alzó ante la luna y manó de él un extraño aullido que pareció surgir de las mismas entrañas del Infierno...
Abajo de la colina, asomado un campesino desde su humilde morada y oyendo el ensordecedor llanto, miró su reloj y creyó conveniente cerrar puertas y ventanas.
2 comentarios:
Oh Dios mio! Espero que el campesino tenga puertas y ventanas blindadas de hierro macizo con triple bisagra y cuatro cierres de acero en cruz con combinación alfanumérica de 16 dígitos y reconocimiento por voz, huellas dactilares y córnea, sino... yo creo que el bicho ese le entra en casa fijo... se le ve espabiao...
nas tio l color t sta kdando mu perita tio!se nota q le vas metiendo caña
Publicar un comentario